viernes, 10 de junio de 2011

* pequeñeces


hay una triste pena que
en las mañanas nubladas
saca a pasear sus velos rojos,
una pena que tiene por capricho
nombres de él o de ella...
una pena que enciende con alcohol
lámpara y su estopa.
Hay una pena, no tiene remedio.









Reniego de esta distancia que nos separa.
De este cielo que siendo tan tuyo y tan mio
no nos pertenece.
Reniego de las horas a solas perdida
entre tus recuerdos.
reniego de mi suerte por no tenerte.





dialoguemos sobre los mapas de los cuerpos..
dialoguemos con los dedos,
hagamos con los labios, círculos de fuego,
destemplemos con las manos..
con las piernas abracemos..
hablemos...y hablemos...
que llegan los cielos


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