lunes, 13 de junio de 2011

* el resto de los días

qué le pasa al calor de la mañana
 solo quiere compartir con el calor
 que de mi alma mana... 


Se Sobrecalentaron los fusibles de mi casa, 
un llamado seco a mi sueño que apenas me acogía,
 desarmador en mano salí a ver que sucedía
Nada, los fusibles hechos oscura y real ceniza. 
Qué fue lo que tronó, dónde se armó el lío.
Todos los conectores revisados por mi mano, 
ya la mala leche por mi pecho se extendía, 
a media oscuridad, que aun no era denunciado por la luz, el día...
iba yo, desarmador en mano, 
después de que mis ojos indagaron de los fusibles las cenizas.
 Era de esperarse, en el aire acondicionado estaba el pecadillo...
era culpa del aire reclamando tantas horas encendido.
 Se puso en marcha intensa, tronando y apagándose sin mesura.
¡apaguen el aire, gritaba con locura ! 
de mis palabras, nadie hacía caso.
 Claro está, que surge el desperfecto, 
y quién sale a la pos buscando una solución tan pronta como buena...
la madre, que aun dormida, solo atina a buscar un desarmador, y a dar combate.. 
eran las seis menos quince, de mi mañana,
descalza, medio vestida y lo que es peor aún, medio dormida, 
abrí el sistema, desconecté el aire,
 le puse cinta negra,, 
me fui a la calle coloqué fusibles... 
rogué y recé, 
que la sobra carga no hubiera dañado a mi chiquita, 
que aun no pago y en la que siempre estoy perdida.
buenos días le dije a la semana que hoy inicia, 
a ver qué es lo que me depara  el resto de los días.

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